EL VALOR DE LAS EMPRESAS COLOMBIANAS FRENTE A LA GLOBALIZACIÓN

EL VALOR DE LAS EMPRESAS COLOMBIANAS FRENTE A LA GLOBALIZACIÓN





Se conoce por globalización el fenómeno de apertura de las economías y las fronteras, como resultado del incremento de los intercambios comerciales, los movimientos de capitales, la circulación de las personas y las ideas, la difusión de la información, los conocimientos y las técnicas. Este término abarca diferentes aspectos como son: la globalización política, económica, cultural, de seguridad, del conocimiento y tecnología. algunos de estos aspectos son considerados primordiales en Colombia; la busca de una democracia que proteja y en principio solucione la violación de los derechos humanos, la lucha contra las drogas ilícitas y el crimen internacional organizado entre otros; sin menor importancia esta el desarrollo sostenible, la preservación del medio ambiente y la erradicación de la pobreza absoluta.


Vale la pena entonces hacer un breve análisis de la realidad Colombiana en cuanto a la economía se refiere, más específicamente enfocado hacia el sector productivo. Si algo caracteriza a Colombia, es la gran proliferación de pequeñas y medianas empresas que constituyen el 80% del total nacional. Empresas cuyas ventas anuales no superan los 1000 millones de pesos, que tienen 50 o menos empleados, empresas familiares que han sido creadas a base de esfuerzos inmensos y que cubren parte del mercado nacional. Estas son empresas industriales comerciales o de servicios. Aunque las grandes empresas nacionales son las que mayor cobertura tienen en materia de mercado, las PYMES (Pequeñas y Medianas Empresas) representan el sitio donde se ofrecen mayores oportunidades para desarrollar iniciativas, generar un trabajo propio, asimilar experiencias novedosas y un laboratorio de creatividad para muchos emprendedores que carecen de recursos financieros pero desbordan de proyectos. No obstante, son diversos los factores que han obstaculizado la incursión de dichas empresas en el proceso de globalización: baja capacidad administrativa, alta concentración en la toma de decisiones, escaso conocimiento en comercio exterior , falta de información sobre mercados internacionales, desconocimiento de las certificaciones y las normas técnicas y sanitarias que exige el país de destino, desconocimiento de los procesos logísticos de exportación y la falta de información de las oportunidades comerciales de sus productos en el exterior.

Así mismo algunos de los factores determinantes para la baja competitividad de las pymes Colombianas son el bajo valor agregado de sus productos sumado a variables como el limitado acceso a recursos financieros y a tecnologías de punta que les permitiría tener mejores productos y la calidad para enfrentar los mercados internacionales, pero estas circunstancias no son gratuitas, algunas de ellas están ligadas a las condiciones generales del país que han venido viciadas desde tiempos inmemoriales, por ejemplo y puede decirse que la pobreza en la cual se encuentra Colombia, también relacionada con el tejido Mipyme, describe el circulo perverso que se inicia con un perfil educativo de bajo nivel y pobre planeación del desarrollo, que incide sobre el perfil tecnológico y refleja una estructura productiva basada en sectores y productos con bajo nivel de valor agregado, que conlleva un perfil competitivo con menores niveles de productividad frente a líderes de alto nivel tecnológico, todo lo cual finalmente repercute en un perfil social con ingresos insuficientes, inequidad y sensación de inestabilidad e incertidumbre de la población; lo cual reincide en un perfil educativo de bajo nivel y así otra vez y otra vez.


Por otra parte cabe decir que en Colombia existe una clase empresarial dinámica y activa pero demasiado orientada hacia adentro y con empresas muy limitadas en su oferta, Los problemas financieros tienen agobiados a una buena parte de nuestros pequeños industriales, Sus energías se emplean en buscar espacios pequeños, en reducir costos, en alargar hasta lo imposible sus equipos obsoletos y trabajar en condiciones higiénicas y ambientales adversas.


Ante este panorama gris y un tanto desolador surge el interrogante de QUE HACER? . Por un lado Es importante tener claro que el país se beneficiara de las oportunidades de esta expansión de la economía mundial si aprovecha plenamente las condiciones, variedad, situación geográfica de su territorio, es decir, el modelo económico debe ser consistente con la extraordinaria localización de Colombia, con sus dos océanos, sus fronteras, su carácter de país ecuatorial intertropical, sus minerales, sus ríos, su diversidad climática, entre otros, asi mismo debe emplearse plena y productivamente su capital físico y humano, tal como sus recursos naturales.


Por otra parte, es fundamental que los gerentes de las pymes entiendan, que para la internacionalización de sus empresas deben prepararse mediante la definición de una planeación estratégica que se alinie con el plan exportador de la empresa el cual debe incluir planes de mejoramiento en cada una de las áreas en las que esta se encuentra estructurada.


En suma, Las empresas de los países pequeños tienen como alternativa: revisar sus estrategias y políticas para lograr algún nivel de competitividad que les permita por lo menos sobrevivir. Sólo algunas pocas pueden aspirar a salir de casa. Entendiendo la globalización como un proceso facilitador de mecanismos de expansión comercial, política o cultural, se puede plantear el problema de la baja competitividad desde dos perspectivas: producción y mercados. “La globalización es sostenida por el crecimiento de la producción y de la productividad, amparados por una nueva revolución tecnológica, de la informática y de los medios de producción” .

Finalmente valdría la pena redefinir la globalización “ es un espejismo económico que promete riqueza pero no la genera” .







MOSQUERA Mesa, Ricardo. Globalización y ALCA América para los americanos. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2004. p. 42.


Ibíd., p. 269.